caballo frio

EL CABALLO Y LOS CAMBIOS DE TEMPERATURA

EL CABALLO Y EL CALOR:

Las altas temperaturas que tenemos en verano en España, pueden afectar al rendimiento y salud de nuestro caballo y de nosotros depende prevenirlo.

El caballo normalmente tiene una temperatura corporal de 37,2 a 37,8º C, que aumenta con el ejercicio: galope, cuestas, saltos, etc. Este aumento ayuda a calentar los músculos, pero en exceso puede dañar sus tejidos.

La respuesta del caballo al aumento de calor es la sudoración y la respiración, para conseguir reducirlo. Pero si suda en exceso, corre el riesgo de perder electrolitos y minerales y por lo tanto sufrir deshidratación y contraer cólicos.

Para conseguir bajar su temperatura, el caballo ha de beber suficiente agua, procurando que no lo haga inmediatamente después de un trabajo fuerte. Tener cerca una piedra de sal, ayuda a que el caballo beba más cantidad de agua. También existen piensos complementarios y vitaminas con electrolitos que aportan un complemento ideal para sobreponer a tu caballo tras un esfuerzo.
Otra manera de bajar su temperatura es ducharlo con agua fría y dejarlo a la sombra. Ellos lo agradecerán.

caballo calor

 

EL CABALLO Y EL FRÍO:

Gracias al crecimiento de su pelaje, el caballo es capaz de resistir bajas temperaturas y mantener su calor corporal. Podemos saber su estado por la temperatura de las orejas que deben estar templadas, ni calientes ni frías, pues las orejas frías son un signo de resfriado.

Para un caballo de cuadra es importante el estado de su cama, que siempre este lo más limpia y seca posible. También han de tener contacto con el exterior para respirar aire fresco y ajustarse mejor a los cambios de temperatura.

Con los caballos que se encuentran al aire libre, hay que tener cuidado de la lluvia. Conviene cubrirle con una manta de exterior y que tenga acceso a un refugio para evitar mojarse.

Después de montarlo, al caballo hay que enfriarlo adecuadamente, para evitar resfriados, secándolo con una manta de secado adecuada. Además, hay que procurar que no esté expuesto a corrientes de aire y que su alimentación sea adecuada.

Es recomendable el uso de mantas de cuadra o exterior para animales con cierta edad, caballos enfermos, delgados y los que no tienen refugio exterior, siempre y cuando sean transpirables o se pongan a ciertas horas del día donde las temperaturas son más bajas.
Con ello, evitaremos que el caballo pierda energía en mantener su calor corporal y como consecuencia su pelo crecerá menos, factor cómodo para nosotros a la hora de eliminar el pelo sobrante cuando vuelva la época de calor.

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Esperamos que nuestra entrada de hoy os haya ayudado a conocer un poco más a nuestros caballos.

3 comentarios sobre “EL CABALLO Y LOS CAMBIOS DE TEMPERATURA”

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