Con motivo de la próxima fiesta de “La Candelaria” en El Rocío y a modo de prevención, mirando siempre por la salud de nuestros caballos, la entrada de hoy os informará sobre una enfermedad detectada en diferentes puntos de la geografía española y que con motivo del transporte de caballos para este evento, en el mes de enero, es el momento de tenerla en cuenta: Fiebre del Nilo Occidental o West Nile.
Para ello, hemos consultado a nuestra veterinaria experta que nos ha aportado la siguiente información:
La fiebre del Nilo Occidental afecta a los caballos entre otras especies. Comenzó en 1937 en Uganda, pero ha sido a partir de 1996 cuando empezó a afectar a toda la cuenca del mediterráneo. Últimamente hemos oído hablar más de ella por la proximidad de los focos detectados y también por los graves síntomas que producen en nuestros caballos.
Tabla sacada del MAGRAMA.
Esta enfermedad infecciosa, es de declaración obligatoria por las autoridades competentes. Está producida por un virus (flavivirus) que produce en el caballo sintomatología inespecífica como puede ser apatía, fiebre, tristeza, depresión, debilidad muscular, espasmos musculares… llegando a producir signos neurológicos graves como son trastornos de la visión, incapacidad para comer y beber, convulsiones, incapacidad para mantenerse en pie, estado de coma, etc. En los casos más graves puede producir la muerte del animal o el sacrificio humanitario.
Es transmitida por la picadura de un mosquito (Culex) y no se contagia de un caballo afectado a otro, sino únicamente por la picadura de ese vector. Las aves actúan como reservorio de la enfermedad, de tal manera que el virus lo tienen las aves. Son los mosquitos mediante sus picaduras quien lo transmite del ave al caballo. El periodo de incumbación desde la picadura hasta el comienzo de la enfermedad puede ser de hasta 15 días.
Desgraciadamente, aunque la enfermedad lleva conviviendo con nosotros muchos años, a día de hoy, no existe tratamiento curativo. Cuando aparece un caballo con los síntomas que hemos mencionado, lo único que se puede hacer es administrar un tratamiento de soporte para ayudar al animal. Cuando el cuadro de la enfermedad es grave, se necesita de instalaciones especiales para su tratamiento que sólo se pueden encontrar en hospitales veterinarios, ya que necesitan cuidados intensivos 24h y box acolchados para evitar daños y lesiones.
Los caballos que consiguen superar esta enfermedad tardan varios meses en recuperarse, e incluso pueden quedar secuelas irreversibles en su sistema nervio central.
Hospitalización de Clínica Equina Olmedo. Box acolchado de Clínica Equina Olmedo.
La clave para poder hacer frente al West Nile es la prevención. Existen vacunas efectivas que protegen a nuestros caballos de esta enfermedad, siempre y cuando se realice el plan vacunal completo y correcto. El control de los insectos es la otra parte fundamental de esa prevención. Evitar zonas de humedad, aplicar insecticidas y repelentes efectivos, evitar el contacto del caballo los mosquitos las horas que éstos están más activos (amanecer y atardecer). El uso de telas mosquiteras en las instalaciones y de máscaras y mantas de caballos creadas para este fin.
Máscaras y mantas mosquiteras de Aire Vaquero.
Desde Aire Vaquero esperamos que toda esta información os sirva de ayuda y que cada vez se reduzcan más los casos de esta enfermedad.
Información cedida por nuestra amiga:
Carmen Fernández Hernaiz. Clínica Equina Olmedo.
Licencia en Veterinaria. Experta en Medicina Interna Equina por ESPVS.
Imagen de Portada: www.andalucia.org